Este mito del amor romántico deriva de un mito clásico: el mito cariñoso de Aristófanes

Este mito del amor romántico deriva de un mito clásico: el mito cariñoso de Aristófanes

Cleopatra sonreiría si pudiera. Pero ahora ni puede ni quiere. Si lo hiciera, debería dejar que de su boca escapara ese maravilloso pedazo de carne con venas que ya le infla los mofletes. La lame ella con el orgullo de la felatriz que ha superado un reto mas asimismo con el deseo incendiado de una mujer cachonda. Nota en su boca (ahora sí) todo el esplendor imperial del falo de Julio César y, al apreciarlo, no puede eludir que los labios de su vagina empiecen a empaparse con los flujos que van emanando de su coño. Permítannos explayarnos. Si deseamos que se entere todo el distrito, permítanlo. Es mejor oír a una mujer chillar de gozo por una verguiza, que de dolor por una tunda. (Qué linda me salió esa frase, lástima nunca va a ver la luz de un blog). Este email que voy a mostrarte logra que la mujer verdaderamente se halle interesada en tener una conversación contigo. Las mujeres aman tener una charla y poder hacer preguntas, pero debes saber de qué forma hacerlo de la forma correcta. Como ves, la dopamina ha fluído más en ti por el comportamiento abusivo y también intermitente del narcisista. Eso te ha dejado enganchada a él. La ciencia debe valer para que empieces a dejar de culpabilizarte. Tratate con todo el amor que mereces por el hecho de que caer y quedar atrapada en una relación abusiva ha sido culpa de la quimica, y tu poco podías hacer contra eso.

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Por un lado, impedía embarazos no deseados

Creía que el destino me había pasado una mala jugada o bien que yo no era el tipo de hombre que merecía algo mejor de lo que me tocaba. Lo que yo no sabía era que todo dependía de mí y ahora que estoy en el planeta de la seducción me he puesto examinar todas mis aventuras y relaciones pasadas y puedo solucionar el rompecabezas de mis fallos éxitos y rechazos. Como todos hombres y mujeres estamos un tanto locos, los hombres tenemos un poco de grandiosidad pendientes de nuestra pretendida grandiosidad y las mujeres tienen un tanto de erotomania pendientes del supuesto amor que han logrado en un hombre. El amor genuino es como un fluido que anega hasta el último resquicio. Llena los espacios vacíos espontáneamente. Somos nosotros, la gente, los que obstaculizamos su paso levantando falsas barreras y cuando el amor no puede ocupar nuestro corazón y nuestra psique, cuando nos desconectamos del ánima, que a su vez está compuesta de amor, dejamos de ser quienes somos.

La vacunación es una práctica antiquísima, una que aprendí por primera vez del doctor Stephen Chang. Tuve el privilegio de conocer al Dr. Chang en San Francisco en 1985. El Dr. Chang es un académico reconocido internacionalmente cuya abuela fue una maestra médica. Su padre era médico personal tanto de la emperatriz TseShi como del primer embajador chino en el R. Unido. El doctor Chang ha sido entrenado en medicina china y occidental; Además de su título de médico, tiene un doctorado en filosofía y teología. Asimismo tiene dos títulos de derecho. Da conferencias en el mundo entero sobre distintos aspectos del taoísmo y es autor de muchos blogs.

Siempre la energía, en sus 2 formas, hace tensión y anima a la vida. De hecho. la energía femenina trata de atraer y la masculina, liberar. De esa tensión nace el principio de la vida que anima todo en todos y cada uno de los reinos y entiende a todas y cada una de las experiencias que son diferentes, de acuerdo con su plano, pero que entienden las experiencias de todos y cada uno de los reinos. Por eso el Ser Humano es una síntesis espiritual de todos y cada uno de los reinos y está abierto a las experiencias que van a venir por exactamente la misma vía, en lo real y en lo sagrado, entendido lo Sagrado como aquello que aún no está a nuestro alcance, pero se acerca a nosotros conforme avanzamos espiritualmente. De esta manera empieza la aventura de la Mujer y del Hombre; por último son una sola.

Brasileira llena de encanto

Tienes las mamas pequeñísimas, fulana, y nueva hostia. Tiro de mi pelo hasta el momento en que me hizo arrodillarme. Se bajó la cremallera y sacó un trozo de carne venoso, casi negro y con una cabeza grande y muy gorda que sobresalía henchida de los pliegues de su prepucio. Me la enchufó Las sociedades de dominación fraguadas en la escasez, la competencia y la violencia fueron imponiéndose progresivamente a las sociedades más igualitarias que las rodeaban. Por ejemplo los romanos, un imperio con poder centralizado y muy militarista logró derrotar a los Galos y esclavizar a gran de los habitantes de la Galia, destruyendo urbes y pueblos (Laguna, 2010). Lo mismo se puede decir de los conquistadores españoles en América, de hecho los cronistas y misioneros españoles de la conquista como Fray Bartolomé de las Casas afirmaban que los indios eran buenos e ingenuos por naturaleza y que vivían en una suerte de paraíso terrenal donde no tenían que trabajar ni sentían vergüenza de sus cuerpos desnudos.

Cuando el estado te quita la responsabilidad de resolver problemas al cubrir tus necesidades, entonces viene la infelicidad. Esta se une a soledad estimulada por el modo de vida independiente, que es aconsejado en la sociedad sueca. Los trabajos de cuajo en una polla o un consolador pueden estar muy calientes y pueden emplearse en el sexo duro de formas infinitas. Por ejemplo: Mueve su cabeza por su cabello mientras que te chupa la polla. Quita la boca de ti para escupir en su cara, besa su boca bonita, abofetea su cara, dile qué tan bien hace su trabajo, qué puta sin valor es y que no vale el dinero que le has dado. Déjalo respirar mientras acaricias suavemente su rostro. Enjuague y repita. El día de hoy todos sabemos que el Sol es un millón de veces más voluminoso que la Tierra; mas ¿lo entendimos realmente?, saber que la energía solar todavía estaba en el Sol hace 8 minutos no me asombra, ni tan siquiera sabiendo que la luz recorre más de 300.000 km por segundo, prácticamente ocho veces el diámetro del globo. Entonces para detallar la enormidad de la distancia, imagino una autovía TierraSol. Corriendo a 100 por hora, las 24 horas del día, sin detenerme nunca, precisaría más de 16 años para cubrir esos 150.000.000 km. En la playa intento transportar esas cantidades áridas en realidades concretas. Pienso en la inmensidad del vacío helado (273 C) que me separa del sol y percibo su luz como una catarata de fotones, de pequeños proyectiles que me golpean y me penetran.

Mi piel es suave y mis pechos naturales

La gran excusa del discurso normativo del sexo para demandar la fidelidad y pegar a los amantes familiares como insectos al papel atrapamoscas es el amor. Bueno, el ejercicio de lo que los mismos articulistas del alegato llaman el amor; un compromiso para toda la vida en el que la obligación de lealtad se transforma en uno de los fundamentos inequívocos de su existencia. Fue así como tomó la costumbre de levantarse media hora antes que su pareja. Se metía entonces en el lavatorio, tomaba el aceite anatómico con el que solían masajear a su hijo tras la ducha, mojaba su mano derecha con él y, de pie, mirándose al espéculo, maravillado ante la rotundidad de su erección, comenzaba a masturbarse lenta y calmadamente como si tuviera todo el tiempo del mundo y tal y como si aquel momento de autoplacer estuviera preso en una burbuja que se mantuviera a salvo de todos y cada uno de los embates del tiempo. El tacto resbaladizo de su mano le hacía soñar entonces con la boca hábil de aquella mujer tan próxima como desconocida, con su lengua juguetona y húmeda y con la saliva candente y lubrificante que un día, tal y como había dicho y prometido en tantos whatsapps, pondría con los labios sobre la punta de su polla, en aquel territorio brillante y encarnado que se inflaba de excitación instantes ya antes de lanzar sobre el cuenco de porcelana del lavamanos la ráfaga tórrida y lechosa de su corrida. No cometas el fallo de dormir dándole la espalda, si bien no te lo diga, le molesta. Jamás te olvides del romance, para ellas es el santo grial de la relación. Linda, de 40 años, escribió sobre esto: No dejes nunca de cortejarme, de impresionarme y de flirtear conmigo, de la misma forma que lo hiciste la primera vez que nos vimos. Es posible que mi cuerpo esté envejeciendo, mas en mi mente sigo teniendo dieciocho años.